primer día de nuevo con la jaula de plástico. lo primero que hizo el perro por la mañana fue afeitarse los genitales, que estaban un poco abandonados y en los que no puede tener pelo si no quiere que las anillas de la jaula tiren de ellos.
cuando volvió a ponerse la jaula, después de asearse, sintió esa sensación que hacía días no sentía: sumisión, obediencia... fue como entrar en subspace inmediatamente. durante el resto del día esa sensación volvió de vez en cuando, aleatoriamente, cuando menos se lo esperaba el perro, recordándole lo que era y a quien pertenecía.
es curioso, pero esa sensación animó ligeramente al perro y le hizo salir un poco de ese estado anímico en el que está desde hace poco más de una semana. podría decirse que la jaula le está ayudando a alegrarse más y a vivir mejor su no-vida. es algo que deberían anotar aquellos que piensan que esta forma de vivir mutila o reduce las capacidades. como en la mayoría de las situaciones de la vida, todo depende de cómo lo mires. hoy, el perro mira hacia sus genitales y se siente feliz de que la jaula esté ahí.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
jueves, 20 de febrero de 2014
día 1497 de esclavitud, 68 de castidad
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