otro día prácticamente encerrado, el último antes de volver al trabajo después del parón navideño. la verdad es que al perro no le apetece nada, no por el trabajo en sí, sino por volver a un entorno que potencia la no-vida mediante la competencia, las luchas de poder, la agresividad y un montón de cosas más. el trabajo en sí es lo de menos, porque a un esclavo el trabajo no le asusta. lo que le molesta es tener que soportar a tanto inútil haciéndose de Amo, aunque no lo llamen así. el perro, sin haber empezado, ya añora sus momentos de soledad.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
martes, 7 de enero de 2014
día 1453 de esclavitud, 24 de castidad
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario