una foto vintage, pero suficientemente expresiva. no hay cuero ni botas, pero llama poderosamente la atención la mordaza, una mordaza que cubre parte de la cara, presionando incluso la nariz. ¿para qué quiere el habla un esclavo? para nada, sólo tiene que obedecer y la obediencia es silenciosa sumisa, callada. soportar el dolor de un castigo en silencio, y mostrar sumisión en silencio acrecientan el valor de un esclavo, reconociendo su fuerza y capacidad de entregarse a su Amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario