el tacto de la piel humana tiene algo que evoca el contacto del cuero y viceversa. en el fondo se trata del mismo material, bien sea curtido o aún vivo. a veces los fetichistas preferimos uno al otro, el del cuero al de la piel directamente no porque desdeñemos la segunda, sino porque el primero produce una sensación más intensa, más fría, más profunda. cuando dos fetichistas que comparten esta idea se encuentran, el vínculo que los une puede llegar a trascender la propia piel estableciendo una unión que sólo ellos pueden comprender. es igual que el vínculo D/s entre Amo y esclavo. para el resto del mundo puede parecer un sin sentido, pero para los que estamos inmersos en una relación de ese tipo, nada se puede comparar a eso.
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