martes, 3 de diciembre de 2013

cartas desde la mazmorra

hay un paso entre el bdsm como práctica sexual y el bdsm como una forma de ver y afrontar la vida. lo más común es encontrar gente que sólo quiera practicar sexo. para eso es suficiente ponerse algo de cuero, unas botas y buscar por internet o en un bar. eso no requiere más esfuerzo que cualquier otro contacto sexual. a muchos les excita someterse a otro tio, o someter a otros tíos, pero cuando el sexo termina, y ambos se han corrido, esa excitación desaparece.
sin embargo para algunos, la excitación no termina con el final del sexo, sino que continua, y aparecen nuevos deseos de someterse, de vivir sometido. a eso es a lo que el perro llama esclavo natural. también existen Amos naturales, aquellos que desean controlar y dominar a otros fuera de un entorno meramente sexual y no se conforman con ser jefes, sino que desean ir más allá, poseer, ser Dueños, ser obedecidos. cuando estos dos tipos de seres tienen la suerte de encontrarse y conocerse, entonces pueden saltar chispas, porque es la complementariedad perfecta. esta es la base de una relación de Dominación/sumisión, no el sexo, que cuanto más y más bueno, mejor; sino un profundo deseo de realizar algo que está profundamente enraízado en el interior, tanto del Amo como del esclavo.
aquí no hay posturas mejores que otras, ni cosas que valgan más que otras. es una relación asimétrica donde ambas partes tienen el mismo valor. un Amo natural sabe lo difícil que es encontrar un esclavo, y cuando lo encuentra, lo difícil que resulta entrenarlo, la cantidad de energías que se emplean en hacerlo. por su parte el esclavo ha vivido en sus propias carnes lo que es estar desamparado y andar sin rumbo por la vida. cuando encuentra a un Amo, o mejor dicho, cuando el Amo lo encuentra a él, se agarra como un clavo ardiendo, sabiendo que en el exterior sólo le espera desconcierto, oscuridad y falta de rumbo. para el esclavo el Amo es lo más valioso. para el Amo, un esclavo no tiene precio.
ambos construyen una vida con valores, reglas, comportamientos... donde la asimetría se convierte en el vehículo y el camino de la realización personal: uno mandando, otro obedeciendo. no hay lucha por el poder, disputas por quien dice qué, ni tensiones por comprobar quién puede más. en una relación Amo/esclavo los roles están tan delimitados y claros que no hace falta luchar por ellos, y todas esas energías se pueden dedicar a una vida plena, que es el objetivo de los Amos y esclavos naturales.
feliz semana

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