a veces uno sólo quiere tocarlo, sentirlo. el cuero tiene esa cualidad especial de hacerlo, suave, sedoso, frío pero duro a la vez. acariciar el cuero es como acariciar la piel, de hecho es acariciar la piel... de un animal. si además lo hace un esclavo es un animal que acaricia la piel de otro animal. ese es uno de los juegos del bdsm: animal sobre animal, piel sobre piel y el Dueño siempre, siempre, siempre, por encima del esclavo.
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