viernes, 1 de noviembre de 2013

día 1386 de esclavitud

47 días de castidad, 12 desde el último ordeño
hoy el perro se levantó cachondo, con ganas de sexo, de bondage, de una buena sesión. vivir en castidad no significa eliminar los deseos, sino canalizarlos. en días como estos la castidad es más difícil de llevar, implica más control, más sumisión.
porque paralelos a los deseos van las ganas de someterse, de llegar a la anulación, a la objetificación, a ser no más que un objeto. eso se manifiesta en el interior del perro, en unos fuertes deseos de ser momificado, amordazado y privado sensorialmente.
a veces la distancia con respecto al Dueño se hace más pesada y dura unos días con respecto a otros. y hoy es uno de esos días. aunque el perro ha estado encerrado en casa sin salir, no ha sido suficiente. le hubiera gustado estar atado y amordazado, tal vez encadenado.
sólo queda la perseverancia, el mantener la constancia y la obediencia.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

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