cuando consiguió abrir la puerta pensó que había conseguido la libertad, pero llevaba un buen rato, tal vez horas, por aquellos pasadizos. todos eran iguales, del mismo tamaño con las mismas puertas, sin indicativos. ¿dónde demonios lo habían encerrado? intentó abrir una puerta pero no cedió. entonces le inundó la desesperación y se sentó llorando en el suelo. en ese momento aparecieron los guardianes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario