viernes, 25 de octubre de 2013

día 1379 de esclavitud

40 días de castidad, 6 desde el último ordeño
lo que para algunos es una condena, para otros es una bendición. hoy el Dueño dijo al perro que se había acordado de su último ordeño y que había sido perfecto, que quería que todos fueran así y que no quería que el perro mostrara siquiera ninguna emoción humana. es la confirmación verbal de algo ya hablado, deseado y añorado: la objetificación. para muchos esto puede parecer terrible, deshumanizador, que atenta contra la dignidad. perfecto, el perro respeta su opinión, pero este perro vive esa experiencia de una manera diferente. para el perro es la realización de lo que es, de lo que siente, para lo que realmente nació. durante su vida ha sido una especie de fantasía lejana que ahora comienza a hacerse realidad. posiblemente suene más radical y terrible de lo que realmente es. el perro sabe que el Dueño hará todo en beneficio suyo y para su mayor bienestar, y no dejará que le suceda nada malo. ahí está la clave, el Dueño no dejará que al perro le ocurra algo que pueda dañarlo o incluso, reducir su crecimiento. porque este proceso es un proceso de crecimiento, interior y exterior. es dejar y abandonar las apariencias y centrarse en lo realmente importante. es abandonar al ego y dejarlo en la cuneta para poder mirarse uno mismo a la cara, sinceramente, sin apariencias y encontrar lo que realmente uno es, lo que realmente uno ha deseado. todo el ser de este perro vibra cuando el Dueño le dijo eso, igual que vibra y se estremece cada vez que lo ata, amordaza o momifica, pero también cada vez que le da una orden, establece una norma o pregunta "¿qué haces perro?", para tenerlo controlado.
el Dueño ha dicho muchas veces que no hay marcha atrás, que este camino es de una sola dirección y que nunca dejará que caiga de él. el perro no sabe qué pasará mañana, qué cosas pueden ocurrir porque, por muchos planes que uno haga, la vida es imprevisible, pero lo que es seguro es que hoy, el perro está más cerca de la felicidad.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

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