cuando el esclavo consigue sintonizar su mente con su cuerpo, encuentra su propia naturaleza. entonces el esclavo se siente allí como en casa, protegido y a gusto. toda sesión que llega a este punto va acompañada de una experiencia traumática, tener que salir de ese lugar y volver a la vida cotidiana. el esclavo de la imagen parece estar en ese estado, en esa situación. atado y amordazado en un rincón, parece que no desea salir de allí. incluso sin verle la cara parece que está ensimismado, protegido, sin quieres salir de donde está. las ataduras de las manos no son un impedimento, sino una forma de mantenerlo en ese estado.
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