miércoles, 3 de julio de 2013

FdD materiales

lo bueno y fantástico del bdsm es que puede ser muy simple; sólo hace falta que un esclavo se arrodille ante su Amo y le obedezca; o muy complicado, usando todo tipo de parafernalia imaginativa. ayer tuvimos un caso de lo primero y hoy presentamos un caso de lo segundo. a veces el perro cree que la perversión de los creadores bdsmeros no tiene límites. esta combinación de collar inmovilizador, inspirado en los collares terapéuticos; el antifaz que no permite ver, y la mordaza, inspirada ésta en cualquier cuadra; ni puede sino parecerle al perro genial. es una sucesión de objetos que se van superponiendo para ir hundiendo y tapando, cada vez más, la personalidad. se trata de tapar el ego para que salga tu auténtico yo. sin vista y sin habla el esclavo no es nada, salvo un objeto a merced del Amo. poco a poco el esclavo aprende que ese es su verdadero yo, que no tiene escapatoria porque no puede escapar de sí mismo.

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