una escena de bondage perfecto: un tío atractivo, con buen cuerpo; unas ataduras de diseño y un pañuelo amordazándolo. pocas veces la realidad es así. la mayoría de las veces un bondage bonito no es sinónimo de un bondage práctico. esta mordaza apenas acalla a un esclavo que quiera gritar, y no siempre las luces y el enfoque de la cámara tiene ese resultado. la mayoría de las fotos reales salen desenfocadas porque es una sesión es muy difícil mantener los nervios firmes ante la excitación y la emoción.
sin embargo imágenes como estas son necesarias porque apelan directamente al centro de nuestros deseos. para muchos es el primer contacto con lo que siempre desearon pero nunca se permitieron sacar porque creían que eran enfermos, o los únicos en sentir eso. este tipo de imágenes abra a una realidad nueva y especial, a una realidad diferente.
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