sin la correa y el collar, nadie diría que el que está en primer plano en esta foto es un esclavo, y sin embargo lo es. un nuevo ejemplo de que no debemos dejarnos llevar por los estereotipos, por las apariencias. no es tanto lo de fuera, sino lo de dentro, lo que hace a uno esclavo..... o Amo. no es la altura, ni la cantidad de músculos, ni si lleva barba o no, es la autoridad o el deseo de servir, es el poder que emana de su persona o la necesidad de someterse a otro, lo que hace que algunos seamos esclavos y otros sean Amos. esa profundidad es la que a veces hace afirmar que algunos hemos nacido para servir y otros han nacido para ser servidos, unos para mandar y otros para obedecer. el perro que escribe, igual que el perro de la foto, tenemos claro nuestro lugar, nuestro sitio en el mundo, el puesto que ocupamos en este universo tan complejo. nuestro sitio es al lado, detrás y debajo de nuestros Dueños. ellos llevan la correa, nosotros sólo los seguimos.
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