algunas prácticas bdsm tiene efectos inesperado, como el aislamiento radical. viendo la imagen de hoy uno puede llegar a preguntarse si está ante un ser humano o ante un objeto. con las manos y las piernas inutilizadas, encadenado a una pared, con la capucha de privación sensorial, apenas queda nada de su humanidad. el esclavo se limita a existir sin preocuparse de nada, porque no puede hacer nada, ni percibir nada, salvo el olor del cuero y la oscuridad en la que se encuentra en este momento. está indefenso, pero también exonerado de cualquier obligación o responsabilidad. está encadenado, pero a la vez es absolutamente libre.
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