jueves, 25 de abril de 2013

día 1196 de esclavitud


29 días de castidad, 29 días desde el último ordeño
un día completamente dominado por la no-vida. desde las siete de la mañana a las ocho y media de la noche dedicado a cuestiones que tienen que ver con esa parte de la existencia del perro que no está tocada por el bdsm. trabajo, trabajo y más trabajo: resolver problemas, tomar decisiones, ocuparse de las cuestiones que aparecen. menos mal que la jaula ha estado ahí todo el día, marcando cierta diferencia y recordando al perro, cada vez que iba al baño, que no era más que un perro, un esclavo, y que todo lo que estaba sucediendo de puertas para fuera no era más que apariencia, que un paripé, una representación que simulaba y ocultaba la verdadera realidad. a veces tenemos que vivir de esa forma, ocultando nuestra verdadera naturaleza, porque hay facturas que pagar, responsabilidades y compromisos adquiridos, pero esa no es la realidad. a veces la realidad está muy oculta a los ojos. pocos de mis compañeros verían o creerían que soy un perro, un esclavo y que existo sólo para servir a mi Dueño y Señor.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

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