24 días de castidad, 24 días desde el último ordeño.
el perro ha pasado la mañana y la tarde fuera de casa. a primera hora resolviendo algunos temas que tenía pendientes, y por la tarde en la biblioteca trabajando. debido a la ola de calor que sufrimos en canarias desde ayer, el Amo ha permitido al perro ir en pantalón corto. lo que ha sido irrenunciable, a pesar del calor, es la jaula. el perro estuvo enjaulado todo el tiempo. de vez en cuando, en la biblioteca, miraba hacia los demás y no podía evitar preguntarme si podían intuir que llevaba la jaula. de hecho puede que alguien más de allí lo llevara. resulta sorprendente como puede un esclavo venera la herramienta o instrumento que lo mantiene sometido. cuando no la lleva el perro se siente desnudo, indefenso. tanto en tan poco tiempo es algo sorprendente. el Dueño ha advertido varias veces que no hay marcha atrás, que la llevaré mientras sea esclavo, y eso será siempre.
obediencia ceiga para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
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