los días pasan inexorablemente y casi sin darse uno cuenta. ya hace 21 días desde el último ordeño, desde la última vez que el perro eyaculó. tanto tiempo y sin apetencias. la jaula parece concentrar toda la atención del perro, que está pendiente de ella, más que de sus propios deseos. esa es la cuestión: entrenar la castidad, aprender a renunciar a tus propios deseos por algo superior, la sumisión a tu Amo. con el tiempo uno comprende por qué las grandes tradiciones religiosas valoran y potencian la castidad, no sólo la cristiana. es una forma muy potente de dominio bien sea autoimpuesto o impuesto por otros, es decir, bien sea por autocontrol y autodominio; o como forma de dominio exterior. hay una cartel recorriendo la red en los blogs de castidad que dice algo así como "cuanto más días estés en castidad, más sumiso te irás volviendo". y es realmente verdad. el perro lo está comprobando en la realidad más radical.
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