viernes, 12 de abril de 2013

día 1183 de esclavitud


16 días de castidad, 16 días desde el último ordeño.
el trabajo se fue rápido, y por fin, el perro pudo pasar la tarde encerrado en casa. era la primera vez en esta semana que podía hacerlo. el resto del tiempo ha estado hacia fuera, volcado hacia los otros y hacia lo otro. el Dueño ya le había dado una llamada de atención al perro en el sentido de que esa no era la naturaleza del perro. un esclavo vive para el interior, de sí mismo y de su Amo. no es eminentemente, un ser social. puede llegar a serlo, en el sentido de necesidades del trabajo, pero no será sino parte de su no-vida. un esclavo de verdad debe sentir y aprender a estar sujeto, con grilletes, cadenas, cuerdas.... en definitiva atado. eso lo ha podido comprobar el perro en otras ocasiones en lo que llama el punto de aceptación del bondage. cuando el perro ha estado muy volcado hacia el exterior, hacia fuera, hacia los demás, sin centrarse, y vive una experiencia de bondage, ésta le cuesta. sencillamente el cuerpo se rebela a pararse, a quedarse quieto, a calmarse. entonces lucha, y como no puede liberarse se angustia. sin embargo si llevas una temporada calmada, quieta, relajada, el bondage no cuesta, se produce de forma natural, espontánea.... sencillamente se acepta.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

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