en muchas partes de este blog ha hablado el perro del cuero como armadura y, ante esta imagen, no puede dejar de hacerlo otra vez. pasará mucho tiempo y no dejará de maravillarme su brillo, su textura. igual que la capucha cubre la cara, el cuero cubre el cuerpo, uniformizándolo, quitándole cualquier rasgo característico. te envuelve y te convierte en un objeto cualquiera, a disposición del Amo. el tema de los fetichistas es que, una vez adquieres, o coges un fetiche, nunca tienes suficiente y con respecto al cuero, acabas poniendo una capa sobre otra, como en la imagen con los chaps por encima de los pantalones.
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