hoy ha sido un día muy duro y largo en la no-vida. pero ha pasado algo humillante. por la mañana el perro estaba trabajando y fue al baño a orinar, sentado, como había ordenado el Dueño. terminó y se puso los pantalones. a los minutos empezó a notar que estaba supurando ¡en medio del trabajo!. intenté no hacer caso, pero notaba los calzoncillos mojados. notaba como se mojaba cada vez más y sólo esperaba que no se mancharan los pantalones. al final no ocurrió, pero el perro no pudo comprobarlo hasta la siguiente vez que fue al baño.
cuando salió del trabajo, el perro se fue a la facultad, donde pasó toda la tarde. fue cansino y agotador, pero también mantuvo al perro centrado en otra cosa que no fuera el hecho de llevar tanto tiempo sin ordeñarse y en castidad. más de un mes desde el último orgasmo del perro. eso es mucho, demasiado, pero teme el perro que esto no será el mayor tiempo que estará el perro sin un orgasmo. el contador seguirá contando hasta que el Dueño decida. eso produce en el perro una sensación profunda de sumisión y humillación.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
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