comenzar una nueva semana, cerca ya de las vacaciones de semana santa. un día de mucho movimiento. por la mañana en el trabajo y por la tarde en la facultad. poco más se puede añadir, salvo que los días van pasando, que la vida de esclavitud se ha convertido en una constante. el perro sigue usando botas, orinando sentado y contando los días de castidad en los que vive. lo maravilloso es que no se queja, no lo hace con dolor o pena, sino con orgullo y felicidad. esta es mi vida, este es mi lugar, ser un perro es lo que este perro desea ser.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
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