una frase que cada vez adquiere más fuerza para este perro es esa que advierte de tener cuidado con lo que deseas, porque puede hacerse realidad. el perro recuerda cuando daba sus primeros pasos en la sumisión y lo que deseaba, sus fantasías, sus deseos más profundos, inconfesables porque no tenía nadie con quien compartirlos. muchas veces vivía esos deseos a escondidas, y a veces de forma vergonzante, pero siempre presentes en sus más profundas fantasías. hoy, unos años más tarde, prácticamente todo se ha hecho realidad. pertenezco a un Amo que me adiestra para ser cada vez más yo mismo, para desarrollar mis cualidades y dotes como esclavo... en cuero y botas, a quien le gusta el bondage, la sumisión y la obediencia. pertenezco a un Amo que se siente Dueño natural de este perro y trata a su perro como lo que es, como su propiedad. ¿qué más puede un esclavo desear? tal vez dar el Gran Salto y vivir permanentemente encerrado, a sus pies, lamiendo sus botas todos los días antes de que salga; y esperando amordazado a que regrese. viendo al esclavo de la imagen este perro siente que no necesitaría más que lo allí sale: cuero, botas, mordaza y estar encadenado a la pared, apenas una manta para protegerlo del frío y esperar a que el Dueño decida usarlo para su placer. no, definitivamente no necesito ni deseos más que eso.
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