la perfección es un concepto relativo, pero para un perro esclavo fetichista del cuero y las botas, esta imagen se acerca bastante. aún de espaldas este Amo suscita deseos de arrodillarse ante El y lamerle las botas al tiempo que le dices "ordene lo que sea Amo, que su esclavo obedecerá". muchas veces se ha preguntado el perro por el origen de este fetiche y a lo más que ha podido llegar es que ningún material condensa tanto la fuerza, el poder y la masculinidad como el cuero.
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