martes, 12 de febrero de 2013

cartas desde la mazmorra 74


últimamente el perro ha recibido algunos mensajes sobre la "humanidad" o no de los esclavos. es un tema delicado y muy discutido y levanta opiniones enfrentadas, algunas muy radicalizadas.
el perro es eso, un perro aunque no por eso deja de ser humano. el calificativo de perro hace referencia a su situación existencial, no a su biología. evidentemente la genética, la biología, el aspecto físico y la constitución no cambian: pertenezco a la especie homo sapiens. sin embargo el hombre es una especie que se hace. está tan determinado por la cultura, que la biología pasa a un segundo plano, tan segundo plano que lo primero se impone a la segunda hasta ocultarla.
esta apertura existencial es lo que hace que  a lo largo de la historia, la definición de "lo humano" haya cambiado a lo largo de la historia. cuando los europeos llegaron a América tuvieron que preguntarse sí aquellos eran hombres, tan poco se identificados se vieron con ellos. cínicamente fue una bula papal la que dictaminó que efectivamente eran seres humanos. a nadie se le oculta que no fueron tratados como tal, por mucho papa que hablara.
independientemente del juicio que podamos emitir sobre este hecho, podemos usarlo como ejemplo de cómo la definición de lo que es un ser humano no es algo cerrado, sino muy abierto.
es desde esta perspectiva desde la que este perro afirma que la definición de hombre actual está constituida por una sucesión de derechos. es el hombre jurídico, legal, el que es más definido por abogados, que por filósofos o sacerdotes. aristóteles definía al hombre como se racional  hoy es definido como sujeto susceptible de deberes y derechos. otros aspectos de su vida son olvidados, obviados, incluso ignorados.
jeremy rifkin, se su libro la era del acceso, hablaba del caso de un hombre a la que una empresa médica encontró una enzima particular que patentó. un tribunal norteamericano reconoce el derecho de la empresa a patentarlo y a partir de entonces el hombre tuvo que pagarle a la empresa para poder usar su propia enzima. este es el mundo en el que vivimos.
el perro no desea ser este tipo de hombre. la mejor forma de hacerlo es poner esos derechos y deberes a los pies del Amo. precisamente es por esa definición jurídica del hombre por lo que que la afirmación del perro resulta tan "escandalosa" y controvertida. Eso no significa que deje de ser racional, o tiene dos manos y dos piernas, o de poder jugar a la ajedrez, o mantener una conversación.
en la antigüedad los esclavos eran enumerado en la lista de las propiedades, junto a las mesas, sillas, animales de campo y aperos de labranza. ellos aumentaban el precio de la propiedad y solían venderse juntos. el perro está en contra de la esclavitud forzosa y forzada, pero defiende la posibilidad de vivir su vida como quiera, incluso siendo sometido a los pies del Amo.
feliz semana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

al objeto de derechos y obligaciones se le suele denominar persona. para los romanos los esclavos no eran personas. ser humano se refiere más bien al concepto biológico de especie. el concepto se complica por la existencia de unos derechos humanos que la sociedad actual considera que deben aplicarse a todo ser humano. por ello hay relaciones esclavo-Amo que no son socialmente aceptables. en esos casos, Amo y esclavo deben tener muy claro que es lo que quieren y las consecuencias que ello implica. simplemente, ser coherentes.