hace más de una semana del último ordeño y el perro ha pensado que la terminología puede llevar a confusión. hasta hace poco tiempo el perro llamaba ordeño a una masturbación donde salía la leche y podría haber cierta dosis de placer, pero mitigado por las pinzas en los pezones, hacerlo a cuatro patas, etc. sin embargo ahora el perro llama ordeño al hecho de sacar la leche con un masaje prostático y sin orgasmo ni placer de ningún tipo. es una mera función fisiológica. usando un simil culinario, es como quitarse el hambre pero en absoluto darse un banquete. el Dueño ha dicho al perro que a partir de ahora todos los ordeños serán de ese tipo, puros vaciados fisiológicos, sin ningún tipo de placer. el perro no tiene derecho a disfrutar y sólo lo hará en presencia del Amo cuando El lo diga.
supongo que esto no es la rendición, y el control definitivo, porque siempre se puede ir un poco más allá, pero poco falta. el hecho es que el perro cada vez se siente más indefenso e incapaz de maniobrar por su cuenta, de decidir algo. cuando tiene que hacerlo de hecho se convierte en una especie de tortura, en un tormento que lo hace duro y que refuerza el deseo y la idea de que sea el Dueño quien decida todo.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario