1110 dias de esclavitud, 4 de castidad.

todo el día trabajando y casi sin tiempo para ser tu mismo. esto si que es alienante., no vivir en esclavitud. aún así la presencia del Dueño ha sido una realidad porque el perro tiene que comunicar su situación y además lleva puesto el cockring todo el día y orina sentado. es en esos momentos puntuales cuando el perro recuerda lo que es. es entonces cuando su verdadera naturaleza sale. a veces, al entrar en el baño y ver el urinario, el ego le incita a que orine de pie. es más cómodo y rápido, pero entonces recuerda que no tiene derecho a hacerlo.

lo más significativo del día ocurrió a última hora, al llegar a casa. a pesar de hacer sólo cuatro días desde el último ordeño del perro, éste supuró por la mañana , lo que indicó cierta carga en los genitales. al llegar a casa el perro suplicó permiso del Amo para intentar un ordeño prostático. el Amo contestó dando permiso y diciendo que si no lo conseguía, que lo hiciera normalmente. entonces el perro se introdujo el estimulador por el ano, pero además se amordazó con la mordaza de madrid y se puso las pinzas en los pezones. el dolor fue intenso, hacía mucho que no se las ponía  pero fue como reencontrarse con un viejo amigo. a continuación el perro se puso a cuatro patas y empezó a mover el estimulador. como no conseguía que saliera  nada, intentó ordeñarse normalmente sin sacarlo. sin embargo el perro no conseguía empalmarse, bajo ningún concepto y entonces ocurrió, el perro eyaculó pero con una sensación extraña. no hubo orgasmo, sencillamente salió la leche. hubo sensaciones por supuesto pero fue más como cuando tienes unas enormes ganas de orinar y al final lo consigues. el Amo fue informado y dijo que había dado un paso más hacia la sumisión, que ordeñarse sin erección era más propio de mi naturaleza y condición y que a partir de ahora lo haría así, con algo insertado en el ano y que debía parar si el perro se empalmaba. a partir de ahora el perro no tiene derecho a ningún orgasmo, a ningún tipo de placer que no sea en presencia del Dueño. queda, por tanto, terminantemente prohibido tener algún tipo de orgasmo, ordeñarse será una mera función fisiológica.

obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.