la tienda tenía una cortina completamente opaca. cuando la cruzó, el corazón comenzó a latirle más deprisa. el olor del cuero y el latex lo inundó todo, haciendo que se empalmara. lo primero que llamó su atención fue un maniquí en una esquina, completamente cubierto de latex, desde la cabeza a los pies, fuertemente sujeto con correas que lo mantenían atado a un poste. el primero movimiento le pareció un efecto óptico, pero luego oyó el gemido. allí abajo había alguien. no podía verle la cara porque tenía una capucha completamente cerrada pero apenas podía moverse. al lado había un cartel: "se busca ayudante de dependiente". su polla estaba a punto de estallar.
-¿puedo ayudarte en algo?- oyó una voz a su espalda. cuando se volvió vio a un lederón que bajaba la mirada hacia su paquete mientras sonreía.
1 comentario:
Genial, muchos hemos vivido ese momento de entrar a un sex club...
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