"nadie te pisa salvo yo y aquel a quien yo le de permiso para que lo haga". esta frase se la ha repetido el Dueño al esclavo varias veces en los últimos días. el motivo han sido unas relaciones complicadas en la no-vida, que han pretendido imponerse sobre el esclavo, en esa lucha por el poder sin sentido en la que nos enfrascamos los seres humanos de vez en cuando. cada vez que el perro escucha esta frase pasan dos cosas. en primer lugar su nivel de energía aumenta porque el Amo ha dado una orden y debe ser obedecida. a partir de ese momento nadie está por encima del perro salvo el Amo. esto hace que en la interacción de la no-vida pare los pies y ponga en su sitio a todo aquel que intente sobrepasarse en el intercambio cotidiano del poder: el que intenta imponer su opinión, el que da órdenes sin tener ningún cargo y el que pretende ponerse por encima de ti en cuestiones sociales, intelectuales, o las peores: morales.
la siguiente cosa que le pasa a este perro es la aparición casi inmediata de las botas del Dueño. parece que están fijas y clavadas en su mente, y la palabra "pisar" es suficiente para que esas botas se presenten, estén en la cabeza del perro y sienta su presión. sólo El me pisa, y es cierto, sólo El, sólo sus botas, sólo su cuero..... nadie más
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