no hace falta que haya sexo para que una imagen sea la expresión de la sensualidad. este sería un buen ejemplo. el perro no sabe qué tiene, si serán las botas, los pantalones de cuero, la mirada del Amo sobre el esclavo, pero el hecho es que la foto destila erotismo, tensión sexual, fuerza..... no es sólo por sus ropas, ya que ambos llevan orgullosos las señales de un amante del bdsm: argollas en los pezones, cabezas rapadas, tatuajes, barbas. el cuero y las botas son un añadido que refuerzo y los sitúa perfectamente en el contexto. y ese contexto es el callejón de una gran ciudad, con grafitis y pintadas. toda una combinación perfecta que dibuja la imagen del bdsm.
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