frente a la dominación de ayer, la sumisión de hoy; frente al cuero de ayer, el cuero de hoy. así se siente el perro en estos momentos, con la bota del Dueño sobre él: sin hablar, sin ver, sencillamente en el suelo esperando, sometido. la camisa de fuerza hace que no puedas moverte, que estés indefenso. aunque pueda parecer violento, el perro no hace sino pensar en la paz que produce estar en esa situación. es una situación de entrega, de sometimiento, de ofrenda. la impotencia se transforma en aceptación, en autocomprensión....en paz.
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