miércoles, 26 de diciembre de 2012

1076 días de esclavitud, 11 de castidad


10:22 el Amo ha ordenado que me ponga el cockring y lo lleve puesto hasta nueva orden. también ha ordenado que no puedo salir de casa bajo ningún concepto sin su permiso explícito. el perro debe considerarse encerrado y no podrá salir salvo que suplique permiso al Amo. últimamente es una práctica muy habitual del Dueño. el perro supone que querrá acostumbrarlo a lo que será su nueva vida. tampoco es que tenga que acostumbrarse tanto porque al perro, a pesar de lo que pudiera parecer, no le gusta salir de casa, sino estar en ella, encerrado a ser posible en una habitación. 

00:00 el día ha terminado y el perro ha estado encerrado todo el día, sin salir, sin pisar la calle, y con el cockring puesto. además el Dueño ordenó que estuviera navegando por internet, mirando fotos, buscando y leyendo documentos bdsm, videos... cualquier cosa que pudiera gustarle y servirle. por supuesto a última hora el perro tenía un calentón increíble y el Amo le ordenó ordeñarse. le dio "libertad" porque le dijo que no volvería a ordeñarse hasta que estuviera en su presencia. eso podría parecer una licencia para que el perro hiciera lo que quisiera, pero el perro no hizo más que lo que hace siempre. de hecho cada vez siente que no puede ordeñarse de otra forma: se puso el collar, las pinzas en los pezones, la mordaza que el perro ha llevado en madrid, se colocó a cuatro patas y se ordeñó. fue rápido y una mezcla entre dolor y desahogo. la leche quedó en el suelo unos segundo mientras el perro se quitaba todo lo demás. entonces no pudo evitar un pensamiento: esto es lo que soy, incluso en la distancia el Amo hace con este perro lo que quiere. si alguno de mis conocidos de la no-vida me viera así..... pero su pensamiento no es nada. esto es lo que soy, un perro, un esclavo. lo curioso fue que este pensamiento produjo en el perro una profunda sensación de paz y tranquilidad.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

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