los viernes son días agradables y días duros. agradables porque la no-vida termina momentáneamente duros porque cuando ésta acaba, sólo queda la vida y ésta no es lo mismo sin el Amo, sin lamer sus botas, sin sentir sus ataduras. en esta dualidad el perro corre el peligro de perderse, de diluirse, por eso es importante mantener un ritmo, un ritual, una forma de proceder que hace mantenga su contacto con la esclavitud, con su interior.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
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