si algo caracteriza al Amo, su fetiche primero, aquello que lo define, son sin duda sus botas. en otra parte de este blog se publicó ya su magnífica colección, casi todas sendra, que este esclavo sirve y venera. El siempre las lleva, salvo tal vez cuando tiene un importante acto social o en el trabajo, ya que trabaja con traje de chaqueta y corbata, pero el resto del tiempo el Amo de este perro se calza sus botas y sale con ellas. a medida que van pasando los días de esclavitud y que este perro se somete más al Dueño, descubre cosas como que, si no nos conociésemos, y me lo cruzara por la calle, posiblemente cambiaría de dirección y le seguiría, solo por sus botas, y me preguntaría ansioso si me permitiría lamerlas y someterme a ellas. si lo siguiera algún tiempo posiblemente alternaría la visión de sus botas con sus dotes de autoridad y seguridad cuando habla. entonces posiblemente este perro se daría cuenta que la botas y la autoridad van juntas en El, formando un Amo, el Amo que este perro siempre buscó. esto sólo es una fantasía imaginaria porque la realidad es que fue el Amo quien encontró a su perro y no hizo falta seguirle, porque en cuanto me vio en la entrada de su casa supo que sería suyo. este perro no estaba tan seguro, pero el hecho es que ahora llevo su collar, que parece fundido alrededor de mi cuello y no deseo que lo retire nunca más. este perro es el perro más afortunado del mundo.
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