otro día de esos en los que parece que no vas a poder realizar la esclavitud porque la no-vida es demasiado fuerte e intensa y te mantiene ocupado todas las horas del día. sin embargo la sumisión sigue ahí, impertérrita, inamovible. y luego está la presencia del Amo, que sigue ahí, en todo momento. sigo teniendo que reportar cada movimiento y cada cambio de actividad y luego siguen vigentes las normas. de esta manera siente este perro que el Amo lo tiene sujeto, bien sujeto.
hoy además con un añadido. los pezones duelen enormemente debido a que ayer, por orden del Dueño, este perro se arrancó las pinzas de un tirón. hoy cada roce, el cinturón del coche, la misma camisa, produce una descarga de sensaciones en la mente de este perro que le recuerdan lo que es, incluso metido en la vorágine de la no-vida.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario