dar las espalda a cosas, a personas, a situaciones, es algo realmente complicado, pero más frecuente de lo que pensamos. de hecho cada vez que tomamos una decisión, dejamos algo a nuestra espalda, avanzamos por un camino dejando otro y, por tanto, abandonando todas las cosas que podríamos haber encontrado si hubiéramos torcido a la derecha en vez de a la izquierda, o viceversa. este hecho tan simple es el que hace las decisiones tan complicadas y difíciles. si fuera fácil decidir, nadie sufriría, ni se sentiría nervioso de hacerlo. el temor a equivocarse, a perder algo importante por tomar una mala decisión es el origen de todo este estrés. aparentemente los esclavos lo tenemos más fácil, sencillamente por que otro decide por nosotros. donde hay obediencia no hay error, uno no puede equivocarse, porque el que ha tomado la decisión es otro. sin embargo esto no es fácil porque, aunque no hay error, sí que sufrimos las consecuencias de la decisión. sabemos lo que perderemos si obedecemos, y las consecuencias que podría acarrearnos cumplir las órdenes del Amo. pero es precisamente esto el valor de la sumisión, el logro de la obediencia. no participamos en la decisión pero asumimos lo que ella signifique porque confiamos plenamente en el Amo y sabemos que todo lo que ordene, todo lo que decida, todo lo que nos diga, será siempre en nuestro beneficio, aunque sea un beneficio a largo plazo que ahora no consigamos ver. el valor de la obediencia de un esclavo está en la confianza ciega, casi absoluta, que debe poner en su Dueño, en su Amo. El sabe mejor que nosotros mismos lo que nos conviene y si decide que debemos dejar a nuestra espalda algo, incluso aunque sea algo que pensamos que es para nuestro bien, El sabe por qué lo ha ordenado. así que sólo queda obedecer, tomar el camino que el Amo nos marca y dejar atrás todo lo demás. las implicaciones de esto son enormes, no sólo para los esclavos, sino para los Amos, porque éstos no deben ser tanto morbosos, de buen cuerpo, con un montón de material, con una mazmorra increíble y una actitud chula..... si vas a confiar hasta este punto en un Amo, éste sobre todo debe ser sabio. ahí queda eso.
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