miércoles, 19 de septiembre de 2012

978 días de esclavitud, 2 de castidad


este perro ha "renovado" hoy una decisión que no es tal decisión. por la mañana el trabajo fue intenso y agotador, muy agotador, especialmente por una especie de ola de calor que estamos sufriendo en las islas. a lo mejor no es tal ola pero hace un calor terrible y este perro, como ha comentado en otras ocasiones, se siente muchisimo mejor con el frio que con el calor y todo esto le está afectando un poco. por la tarde fue a la facultad y allí fue donde ocurrió. nada más llegar, y según las órdenes de su Amo, se puso el cockring de cuero. no es como el de silicona, sino una sencilla tira de cuero ancha con tres enganches por presión para ajustarla. cuando se lo pone, este perro es como si entrara en subspace, porque es una forma de bondage que le recuerda constantemente cuál es su lugar en el mundo. estudiar, relacionarme con otros o prestar atención en una conferencia con eso puesto, es complicado. estaba en esto cuando recibí un mensaje del Amo: "No eres nada sin mi, perro". es del estilo que recibe este perro a menudo del Dueño y que sirven para ir minando el ego y situarme en mi lugar, en lo que soy. este sin embargo, llegó más hondo. me recordó todo el "regimen" al que este perro está sometido: llevar el cockring en la universidad, no orinar nunca de pie, escribir públicamente las ideas y sentimientos del perro, vivir en castidad, no volver a masturbarme nunca más, suplicar permiso para cualquier interacción social fuera de lo cotidiano, ordeñarme sólo cuando el Amo lo ordene y desee... son muchas cosas, y todas señalan en una misma dirección: ya no soy dueño de mi vida, ya no la controlo, ya no soy libre. eso es algo que ya sabía, y además que es una situación que el Amo ha decidido que será definitiva, pase lo que pase: nunca más seré libre tal y como se entiende normalmente esta expresión. por supuesto ni Amo ni esclavo conocen el futuro ni lo que vendrá en los próximos años, pero una cosa sí sabe este perro. el Amo será el último Amo que tendrá. ya no podría someterse a nadie más, llamar "Amo" a ningún otro, "Dueño" a alguien más. la única excepción de esto es si al Amo le pasara algo por alguna razón. alguna vez ha dicho a este perro que si a El le pasara algo se aseguraría de que otro Amo me recogiera, para que no volviera a ser un perro callejero. otra cosa que no hemos hablado demasiado pero que ha salido alguna vez es la posibilidad de que me vendiera a otro Amo si se dieran una serie de circunstancias. en cualquier caso estaba en la base de la relación y hoy ha vuelto a salir a la luz. el Amo será el último Amo que tenga. la búsqueda ha terminado. si algo pasa este perro no buscará más, no se someterá a otro, no entrará a formar parte de otra casa o cuadra. pertenece a su Dueño, y eso es definitivo. hoy, delante de los libros, eso apareció de una manera clara y definitiva.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo

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