en una relación D/s hay muchos niveles, tantos casi como tipos de participantes en este mundo nuestro del bdsm. al ser una relación negociada, los límites y condiciones de ella se establecen entre los dos. sobra decir, porque este blog es el mayor testimonio de ello, que mi Dueño desea de este perro una sumisión total y absoluta, hasta llegar a ser apenas un objeto de su propiedad. a muchos puede parecer duro, radical, incluso inalcanzable, pero este perro también defiende el derecho de cada uno a pensar lo que quiera. esta reflexión viene al ver este esclavo en esta situación. la capucha del cubre el rostro, y eso lo convierte precisamente, en algo poco más que un objeto. ingrid bellemare, en el libro que este perro ha nombrado últimamente en el blog, dice que el castigo es imprescindible para pantener siempre en una relación de sumisión, de inferioridad, y que si alguien no puede hacerlo en las primeras etapas de la relación, lo mejor que se puede hacer es ponerle una capucha al perro, así deja de ser humano, y se vuelve esclavo. podemos no estar de acuerdo con esto, pero hay gente que lo vive, que lo busca y que lo ha encontrado. y lo más sorprendente para muchos es que así son felices.
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