las botas constituyen por si mismas un fetiche lo suficientemente potente como para que no sea necesario nada más para captar la atención. a la imagen se remite este perro. prácticamente no hay nada, un tio en vaqueros, apoyado en una pared, pero las botas captan inmediatamente la atención, la focalizan, la concentran.a los fetichistas de las botas se nos empieza a hacer agua la boca sólo con esta imagen, un claro reflejo de condicionamiento. tal vez la actitud influya, tal vez el que sea en blanco y negro le da dramatismo, pero el centro de esta imagen son las botas sin duda. como esclavo recuerdo una tarde, impresionante, de hecho creo que hay fotos en alguna parte del blog, donde mi Dueño puso sus botas en el pasillo de su casa una tras otra, y este perro tuvo que lamerlas todas. eran tantas que al final el dolieron las piernas de tanto levantarse y arrodillarse. una auténtica tortura, una deliciosa tortura.
1 comentario:
Me pasa lo mismo que a ti, soy un fetichista de botas pero tambie nde zapas y mocasines. Cuando mi Amo las pone en fila, seguidas, me obliga a adorararlas, besarlas y lamerlas, delajarlas limpias y brillantes de rodillas, humillado y sometido, asi durante horas. Es maravilloso y delicioso. Si no las dejo como El quiera o simplemente por su capricho me ostia y me aggara fuertemente la cabez apara que sake mas la lengua yvme las restriegas, asi aprendo mejor
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