nací para esto, vivo para esto. soy un esclavo, una propiedad de mi Dueño. cada vez que estoy a sus pies eso se confirma, se afianza, se concreta. han pasado varios meses, pero es como si me hubiera estado con El ayer mismo, durante todo este tiempo. el grado de comunicación, de sumisión que suscita en este perro es asombroso, incluso para él mismo. El es mi Dueño, mi único Dueño, no habrá otro. será El o no será nadie.
obeidencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
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