jueves, 7 de junio de 2012

FdD indefensión multiplicada


cuando uno está en peligro, tiene miedo, o siente vergüenza, y está desnudo, lo primero que hace es taparse los genitales. parece como si pusiéramos allí todas nuestras esperanzas de salvación. tal vez se deba a su sensibilidad y a que cualquier golpe ahí resulta muy doloroso. por eso resulta tan indefenso encontrarse alguien atado de pies y manos de forma que lo que más expuesto queda sea precisamente esa parte del cuerpo. el esfecto psicológico de esa situación es brutal, muy fuerte e intensa. el fetichismo de algunas prácticas, este perro está pensando en el afeitado de los huevos por ejemplo, radica en esta indefensión. sentir como te rasuran puede ser algo muy excitante, porque en el fondo, lo que excita es la indefensión, la dependencia, el no poder defenderse de un hipotético ataque o agresión. 
este sensación de multiplica exponencialmente cuando no son solo los genitales, sino también el culo. introducir un objeto por allí forma parte de las cosas más terribles y dolorosas del imaginario heterosexual y algo deseado en el homosexual. tu exposición física repercute psicológicamente, dejándote completamente débil ante tu Dueño. nuevamente los físico no es más que una manifestación de algo más profundo, que sale a la luz.

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