este perro ha terminado el examen antes de lo previsto, no por otro motivo sino porque se lo sabía y contestó las preguntas, ahora sólo falta que al profesor le gusten las respuestas. cuando llegó a casa este perro sintió unos enormes deseos de masturbarse, aunque no le suplicó permiso a su Amo. cuando esto ocurre, lo de tener ganas, no lo de pedir permiso, los sentimientos son ambivalentes. por un lado desea este perro descargarse, relajarse con un desahogo sexual, pero por otro entiende que es una tentación de su ego para que sea el centro, no el Dueño de este perro. como tentación este perro debe resistirse, seguir profundizando en el camino de la sumisión. será cuando mi Amo quiera, como El quiera, dónde El quiera, de la forma que El quiera. estas ideas excitaron aún más a este perro, pero se mantuvo firme y fiel, como corresponde a un esclavo.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
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