un buen esclavo no tiene descanso, porque hasta su propio descanso es una ofrenda a su Señor, a su Dueño. mi Amo me ha dicho varias veces que desea descansar con su perro encadenado a la pata de su cama que pensar en eso lo relaja, y este perro lo entiende perfectamente, porque ahí es donde deben estar las mascotas, a los pies de su Amo. pero hay una explicación más metafórica y elevada de este hecho. un esclavo, un perro, una propiedad, una vez que ha sido encontrada por su Dueño, sólo encuenrta el auténtico descanso, la auténtica tranquilidad, cuando se entrega y se somete a su Señor. se puede huir de este hecho, pero no se puede escapar de él. te sigue y te persigue hasta que te das cuenta que tienes que someterte y entregarte a tu naturaleza, a lo que realmente eres. la alternativa es la infelicidad permanente.
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