hace ya una semana que este perro se ordeñó por última vez, y no lo ha echado de menos, al menos por ahora. supongo que llegará ese momento, pero la semana acaba de empezar y volver al trabajo me mantiene ocupado, y lamente centrada en otras cosas.
es curiosa la relación existente entre eso: tu entorno y lo que vives, y tus deseos o apetencias más íntimas. en estos momentos lo primero prima sobre lo segundo, se impone y, hasta cierto sentido, la anula. es a eso a lo que se refiere este esclavo cuando habla de la no vida sobre la vida. este perro entiende que es algo pasajero, momentáneo, porque no puede ser de otra manera. ya ha probado la sumisión, la esclavitud auténtica, y aunque ahora no pueda vivierla por cuestiones logísticas, el hecho es que ya sabe cuál es su camino. es cierto que a veces se olvida de eso y la desesperanza se adueña de su alma de perro, pero sólo es pasajero, momentáneo, el hecho es que tiene un objetivo, un sentido, la vida de este esclavo tiene un fin, y hacia ese se dirige inexorablemente.
obedieciencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
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