la sobrestimulación pueder ser una tortura, un tormento. el principio es muy sencillo: se ata al esclavo para que no pueda moverse o evitar las sensaciones. luego, en este caso, las pinzas en los pezones, y la estimulación eléctrica en los genitales empiezan a enviar sensaciones de placer, al menos al principio. a medida que para el tiempo, incluso manteniendo la intensidad en el mismo grado, las sensaciones se vuelven insoportables.
entonces, junto al dolor físico, fruto de una "sobreexcitación" placentera, se une la desesperación por no poder evitarlo, por no poder impedirlo. la indefensión y la impotencia minan el poder del ego y pueden llevar a un grado de desesperacióntla que roce la locura. la salvación que llega por tu Amo, que te libera, hace que te inunden los sentimientos de gratitud y de sumisión. así es nuestra vida.
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