ya otras veces hemos hablado en este blog del juego entre penumbras, las luces y las sombras que produce el bdsm y toda relación de Dominación /sumisión. en este juego tiene un papel central el cuero negro, oscuro pero a la vez brillante, que marca distancias, que separa al Amo y al esclavo, que establece estatus y posiciones, como en este caso. imagen de Amo, apariencia de dominante, destila autoridad, autosuficiencia, seguridad, haciendo que tiemblen las rodillas en su presencia. así debe sentirse el esclavo ante su Dueño: confiado pero temeroso, solícito pero distante por inferior, admirador pero disponible. es cierto que el hábito no hace al monje, como hemos repetido en muchas ocasiones, pero sin duda el cuero es el altavoz que multiplica la fuerza de la dominación.
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