martes, 24 de enero de 2012

cartas desde la mazmorra 32

hace poco le dije a un amigo mio que todos los seres vivos tienen una misma dinámica: o crecen o empiezan a encoger. el crecimiento de la vida no es como el crecimeinto del sistema capitalista, que se tradice siempre en más: más dinero, más beneficios, más riquezas... a veces, y especialemnte en las cosas importantes de la vida, crecer significa tener menos, abandonar cosas, dejar atrás, quitarte capas que no te llevan a ningún sitio. se puede argumentar que, efectivamente, dejamos cosas para conseguir algo mejor, pero eso no invalida la idead de que tenemos que seguir creciendo constantemente, y que para hacerlo hay que tomar decisiones, y una decisión siempre significa coger una cosa y dejar otra. si pudieras quedarte con las dos, no tendrías que elegir. precisamente la dificultad está en la elección.
hace unas semanas jack rinella escribíe en su blog sobre estar preparado. se refería a las conversaciones y negociaciones que lleva desde hace un año con un esclavo que aspirta a convertirse en su objeto. ante la afirmación de éste de que no estaba preparado, le pregunta, o se pregunta. ¿cuándo se está preparado? a lo mejor, efectivamente, no se está pero al menos debe tenerse un plan, hacerse una serie de elecciones, coger caminos, traspasar encrucijadas.
quien tiene un plan, algunos prefieren el término "proyecto", con su vida, tienen una dirección, un objetivo. eso no significa que lo consigan, que lo cumplan o realicen. Sólo significa que es´ta y que hacia él orientan todo el resto de decisiones y acciones. 
lo contrario a eso es la zozobra, y el vagan sin rumbo, de forma que, utilizando una metáfora naútica, cualquier ola puede volcar la barca en la que se va.
sin proyecto de vida, la vida te vive, en vez de vivirla tú; las cosas te suceden en vez de hacerlas, los sentimientos te abruman, en vez de disfrutarlos. sin proyecto no hay dirección, se está perdido. tener un proyecto es saber a donde ír, tener un lugar al que llegar, un punto de encuentro, una meta.
llegar a ser un esclavo es un proyecto, un camino con etapas, como otros muchos caminos por ahí. no es fácil recorrerlo, pero lo importante es saber en qué dirección vas. el recorrido no tiene que ser necesariamente en línea recta, pero siempre debe comenzar con un primer paso.
feliz semana

1 comentario:

Anónimo dijo...

gracias siempre esclareciendo y animando...