¿cuándo y cómo se convierte una condena en una bendición? ¿un castigo en un premio? hoy he vivido la castidad como eso, como una bendición y un premio. tal vez fuese el hecho de que ayer este perro tuvo fuertes tentaciones de masturbarse, saltándose todas las normas que había estrablecido su Dueño. una prueba de que queda camino por andar es precisamente que estas tentaciones existen. si la sumisión y la esclavitud fueran absolutas en la vida de este perro, tal vez no las tendría, o si. en cualquer caso lo importante no es tenerlas sino no sucumbir ante ellas. y este perro está orgulloso de afirmar que desde que mi Dueñome llevó hasta ese punto de control, a pesar de no llevar dispositivo, nunca ha caído y sólo se ha ordeñado cuando y como su Dueño le ha dicho. eso sí le produce a este perro una auténtica felicidad.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
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