sábado, 7 de enero de 2012

722 días de esclavitud, 8 de castidad

otro día tranquilo, otro día lejos de mi AMO, al menos físicamente porque lo he tenido muy presente. este perro se ha sentido muy perro, más de que ha estado desde que regresó de servir a su Dueño la última vez. incluso en algún momento, se le ocurrió la posibilidad de lo bueno que sería ordeñarse hoy, pero evitó la idea de decírselo a su AMO. supone este perro que ya 8 días de castidad empiezan a sentirse, sobre todo poque en otra época, se habría masturbado unas doce o quince veces en ese período. ahora mi sexualidad le pertenece, igual que otras tantas cosas. lo curioso es que cuanto más cosas pone este perro bajo su control, menos le parecen, como si no fueran suficientes. por eso creo que a veces, esto se parece a una droga, de forma que cada vez necesitas una dosis mayor, un chute más fuerte. la versión más políticamente correcta de esto es que, una vez abierta las conpuertas de la presa, cada vez más agua sale por ellas para volver a llevar al río por su cauce natural, por aquel que le es propio y que no debió abandonar nunca. sea un río o un colgado, lo cierto es que ya no puedo vivir "en libertad", la presencia y el control de mi Dueño son fundamentales, imprescindibles, necesarios para la vida de este perro.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.

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