domingo, 20 de noviembre de 2011

674 días de esclavitud, 1 de castidad

tal vez no haya mejor día como hoy para reflexionar sobre los derechos y la libertad. se supone que era un día de elecciones, y lo fueron, pero cada vez le choca más a este esclavo cuando dicen esa frase manida de que es la "fiesta de la libertad". en la mente de un esclavo rechina. últimamente el discurso ilustrado de libertad, igualdad, fraternidad se ha puesto en entredicho, ni somos iguales, ni somos fraternos, ni mucho menos somos libres. el argumento manido de que cualquier tiempo pasado fue mejor no sirve ya. las democracias representativas occidentales se han convertido en una herramienta más de los mercados para una única cosa: conseguir más dinero. mientras tanto la tan cacareada libertad tiene un límite: la propia libertad. al convertir los derechos en derechos inalienables, éstos se transforman en una especie de cadena con la que tenemos que cargar aquellos que no estamos de acuerdo con ellos. este esclavo defiende, y defenderá si su AMO se lo permite, una libertad auténtica para todos, una libertad real no condicionada por la hipoteca o por la deuda; pero también defenderá la posibilidad de poder renunciar a ella y someterse "libremente", ahí está la paradoja, a otro ser humano para convertirse en su esclavo, en su propiedad.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo

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