conectando con el post de ayer, aquí hay un ejemplo de lo que decía: dos de los principales fetiches de este perro combinados. nada más ver ese pantalón me surgen imágenes, experiencias, deseos; me palpitan el corazón y mi ser desea arrodillarme y obedecer. ese es el sentido del fetiche, una prenda u objeto que moviliza todo mi ser hacia lo que por naturaleza soy: un esclavo. de todas formas, en los últimos tiempos, y habiendo vivido la experiencia de la esclavitud real, de pertenecer a mi Amo, a mi Dueño y Señor, los fetiches han pasado a un segundo plano en el sentido de que, si están presentes, siguen produciendo ese efecto, pero si no están, la sumisión permenece intacta. mi Dueño puede estar en zapatillas y pantalones cortos, que sigue siendo mi Dueño y sigue produciendo en este perro un sentimiento de sumisión.
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